Bogotá, Colombia (RCN) - Los vecinos de la Autopista Norte, entre calles 127 y 132, madrugaron este miércoles a levantar los escombros que dejó la fuerte ventisca.
En el concesionario que resultó más afectado por el vendaval en el norte de la capital de la República, veinte empleados no paran de sacar vidrios y escombros.
Ya fueron retirados los 20 vehículos último modelo, las aseguradores ya se hicieron presentes en el sitio para hacer el peritaje.
“Ya se están haciendo todos los avalúos del caso para cuantificar las pérdidas que ha causado esta calamidad”, aseguró el gerente del Concesionario, Alonso Gutiérrez.
Todavía no se sabe si la estructura de la edificación será derribada.
“Hay una reunión con los arquitectos, con los ingenieros para definir qué se va a hacer realmente”, señaló Gutiérrez.
Varias ventanas de apartamentos que resultaron afectados por el vendaval siguen si vidrios y en los jardines de los conjuntos residenciales están todavía las tejas que volaron por el fuerte viento.
“Fue un susto muy grande porque la situación fue terrible, se sentía vibrar todo, nunca habíamos visto una cosa así”,
Las autoridades siguen en el sitio supervisando la situación para evitar cualquier robo.
Vendaval en Bogotá
Una tarde soleada terminó en pánico para los habitantes del norte de la capital de la República. Noticias RCN obtuvo las imágenes en exclusiva.
El extraño clima que por estos días golpea a Bogotá y que fue capaz de generar una granizada histórica el fin de semana, provocó un vendaval que desató el caos en el sector de la calle 127 con Autopista Norte.
Un camarógrafo aficionado captó el instante en el que el fenómeno natural castigaba sin piedad el techo de una edificación del sector, y levantaba las tejas como si se tratara de papel.
Según los aterrados testigos la furia del viento elevó las tejas y otros objetos más de 200 metros, hasta que fueron convertidos en una especie de esquirlas, cuya amenazante fuerza terminó en completo pánico.
Otro testigo captó en su teléfono celular como las tejas, y los objetos que fueron impulsados por el vendaval, destrozaron puertas y ventanales de un concesionario de carros vecino hasta dejarlo inservibles.
La caída indiscriminada de objetos contundentes, asustó a los habitantes del sector quienes tuvieron que huir precipitadamente o esconderse debajo de los carros.
Una tercera cámara aficionada, también de un celular, registró cómo un avión logró evitar la zona de influencia del vendaval.
Luego de algunos instantes, la furia de la naturaleza cedió y los vecinos estuvieron a salvo.